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Un viaje de fe: amistad, generosidad y colaboración

Mats-Jan Söderberg (right) with Bryan Harmelink, Director for Collaboration with the Wycliffe Global Alliance, at the Alliance's 2024 Global Gathering in Johannesburg, South Africa. Photo: Jennifer Pillinger.
Mats-Jan Söderberg (derecha) con Bryan Harmelink, director de Colaboración con la Alianza Wycliffe Global, en la Reunión Global 2024 de la Alianza en Johannesburgo, Sudáfrica. Foto: Jennifer Pillinger.

El director de Wycliffe Suecia reflexiona sobre cómo Dios ha transformado su organización durante la última década.

Por Mats-Jan Söderberg

Cuando empecé como director de Wycliffe Suecia en 2016, entré en un mundo que desconocía casi por completo. A pesar de llevar casi dos décadas como pastor misionero y fundador de iglesias, la traducción de la Biblia era un territorio nuevo para mí. Nuestra organización se enfrentaba a retos: déficits mensuales, disminución del número de miembros y un modelo financiero que no permitía mantener las operaciones.

Encontrar el camino a través de la guía de Dios

La guía del Señor se hizo evidente cuando asistí a mis primeras reuniones de la Alianza Global en Alemania y Tailandia. Allí, Hannes Wiesmann, en ese momento el nuevo director de la zona de Europa, me ayudó a forjar conexiones vitales dentro de la familia global de traductores de la Biblia.

Mi primera tarea fue establecer claridad. Cuando pregunté a la gente de Wycliffe Suecia sobre nuestro propósito, recibí diferentes respuestas. Necesitábamos algo claro, así que adoptamos Mateo 28:18-20 como nuestra visión: hacer discípulos de todas las naciones. Nuestra misión se volvió sencilla: llevar la Biblia a personas de todo el mundo a través de la traducción.

Tres valores que nos ayudaron a cambiar

Por providencia de Dios, participé en varias consultas que revelaron tres valores que darían forma a nuestro enfoque:

  1. Amistad en la misión: Procedente de la plantación de iglesias, donde a veces se respiraba un ambiente competitivo, me conmovió la amistad que encontré en el mundo de la traducción de la Biblia. Desde mis primeras interacciones, fui testigo de una actitud diferente, de hermandad en Cristo. Era una amistad verdadera que traspasaba las fronteras de la organización.
  2. Generosidad sin esperar nada a cambio: Esto significaba mirar más allá de nuestra organización para ver la obra de Dios a través de diversos ministerios. Nuestro Dios es generoso y nos llama a reflejar esa generosidad en nuestro enfoque de la misión.
  3. Colaboración, no solo asociación: este valor surgió más gradualmente. Como señaló Edwin Caurona, «a veces la mejor colaboración es no estorbar». Este concepto significa apoyar a los compañeros de trabajo en el reino de Dios en lugar de competir con ellos.

Pasos prácticos en Suecia

Estos valores cambiaron nuestro enfoque local. Cuando visitaba iglesias suecas, me proponía servirles primero, centrándome en mensajes que edificaran el cuerpo de Cristo en ese lugar, en lugar de buscar principalmente apoyo financiero. Mi objetivo era ayudar a cada congregación a florecer en la visión que Dios le había dado, independientemente de si decidían asociarse con Wycliffe o no.

Aunque necesitábamos fondos, este enfoque de servicio priorizaba el reino por encima de las necesidades organizativas. El cambio llevó tiempo, pero se estaban sentando las bases.

Generosidad en acción: la conferencia Engage

Abrazando la generosidad en la misión, nos asociamos con Go Out Mission para crear la conferencia juvenil Engage, centrada en llegar a los no alcanzados. Evitamos intencionadamente la promoción de la marca de la organización, la recaudación de fondos o la publicidad en plataformas. Nuestro objetivo era crear un espacio para que Jesús hablara directamente a los corazones de los jóvenes sobre las misiones.

Lo que comenzó con 100 asistentes se ha convertido en una de las conferencias misioneras para jóvenes más grandes de Suecia, que ahora atrae entre 600 y 700 participantes al año. Múltiples organizaciones se han unido a este esfuerzo colaborativo, unidas por una visión compartida más que por el reconocimiento institucional.

Construyendo una colaboración más amplia

Este espíritu de generosidad se extendió a la creación de la Alianza Evangélica Misionera Sueca, una organización paraguas para las misiones evangélicas protestantes y pentecostales que no existía anteriormente. Comenzando con solo cinco organizaciones fundadoras, ha crecido hasta incluir a casi 20 miembros y recientemente ha lanzado otra exitosa conferencia misionera.

Alianzas globales: un paso adelante

Nuestro trabajo internacional se transformó gracias al principio de la colaboración. Una conversación con Chris Winkler, entonces vicepresidente de desarrollo de Wycliffe USA, nos llevó a participar en lo que se conoció como Global Partnerships, un espacio de colaboración entre varias organizaciones de diferentes tamaños que combinan sus capacidades para promover la traducción de la Biblia en todo el mundo. No se trataba solo de recursos financieros, sino de compartir recursos humanos y conocimientos.

Los frutos de los valores del reino

Hoy, casi una década después, hemos sido testigos de un cambio. Nuestra organización ha dado un giro y cuenta con unos 20 empleados que desempeñan diversas funciones en toda Suecia. Hemos dado la bienvenida a nuevos miembros que trabajan como coordinadores de campo con Global Partnerships y como consultores con SIL e IBT.

Las alianzas financieras se han ampliado de un puñado de iglesias que nos apoyaban a casi 150, junto con casi 100 empresas cristianas. Este crecimiento no se debe a estrategias centradas en nosotros mismos, sino a la adopción de los valores del reino que ponen a Jesús y su Gran Comisión en el centro.

Aprendiendo de la iglesia global

Me han influido hermanos y hermanas del Sur Global, la Iglesia de Jesucristo en África y más allá. Sus oraciones, su alegría y su perseverancia en medio de circunstancias difíciles han sido una inspiración constante. Su ejemplo me recuerda que debo permanecer humilde y dependiente de Jesús, buscando su ayuda para poder ayudar a otros y ser una bendición en todo el mundo.

Una invitación a otros líderes

A mis compañeros directores de las organizaciones Wycliffe de todo el mundo, les animo a que adopten estos valores fundamentales. Lean los materiales disponibles en wycliffe.net, pero miren más allá de las palabras para comprender el corazón de nuestra misión compartida. Pregunten al Señor cómo estos principios pueden tomar forma en su contexto específico.

Como líderes, nuestra motivación nunca debe ser el poder, el dinero o el orgullo, sino la guía del Espíritu de Dios para cumplir la comisión de Jesús. A veces esto requiere sacrificio: enviar nuestro «pan a través de las aguas» para ayudar a hermanos y hermanas necesitados.

No temáis lo que puedan pensar los donantes financieros. En cambio, enfocaos en seguir fielmente a Jesús. Él es el Señor a quien servimos, y sus caminos, aunque a veces sean contrarios a la sabiduría mundana, siempre conducen a la abundancia.

El camino puede ser largo —nuestra transformación nos llevó casi una década—, pero el fruto vale la pena la paciencia. Cuando centramos nuestro trabajo en la amistad, la generosidad y la colaboración, creamos espacio para que Dios obre de maneras que superan nuestras expectativas.

Que sigamos creciendo en estos valores, adaptando nuestros métodos cuando sea necesario y manteniendo nuestros ojos fijos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Al hacerlo, veremos avanzar su reino y glorificar su nombre entre todos los pueblos.

A él sea toda la gloria, ahora y por siempre.

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