Meditaciones
Día Mundial de Oración por la Traducción de la Biblia
11 de noviembre 2025

Proclamar la gloria de Dios
Este año es un momento de celebración en el movimiento de traducción de la Biblia. Es importante que lo celebremos como es debido.
En la Biblia, las personas celebran a Dios de dos maneras:
– por quién es Él, y
– por lo que ha hecho.
Al dar gracias a Dios por todo lo que ha hecho a través de Visión 2025, también recordamos su grandeza y nuestro más grande llamado. Como dice el Catecismo de Westminster:
“El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre”.
Es un gran regalo tener un día entero para deleitarnos en Dios, darle gloria y disfrutar de Él juntos.
Celebra teniendo en cuenta tu cultura
Piensa en cómo celebra la gente de tu cultura. Piensa también en cómo celebran otras culturas del mundo. ¿Podrías incluir algunas de estas formas en tu Día de Oración? En muchas culturas, la gente celebra con:
- ropa especial
- desfiles o procesiones
- comida y banquetes
- baile
- fuegos artificiales o velas
No seamos tibios en nuestra celebración, sino celebremos con toda nuestras fuerzas—¡porque Dios es digno!
Usando el Salmo 150 como guía
El Salmo 150 nos da un gran ejemplo de cómo alabar a Dios. Úsalo como marco para tu celebración.
Versículo 1a: “Alabad a Dios”.
Recuerda todas las cosas que Dios ha hecho, especialmente a través de Visión 2025. Este no es el momento de centrarnos en nosotros mismos ni de atribuirnos el mérito de lo que ha sucedido. Estamos aquí para proclamar lo que Dios ha hecho. Cuando proclamamos su gloria, nuestra propia fe se fortalece y los demás ven lo grande que es Él.
Versículo 1b: “Alabad a Dios en su santuario; alabadle en la magnificencia de su firmamento”.
También recordamos quién es Dios. Junto con los ángeles en el cielo, celebramos su santidad, justicia, poder y amor. Gracias a la muerte y resurrección de Jesús, podemos estar en la presencia de Dios. Solo Jesús era lo suficientemente santo como para cargar con nuestros pecados y llevarnos a una relación con Dios. Celebremos el rescate por su gran amor.
(Los Salmos 29 y 96, y Hebreos 1:1-4 pueden ser buenos puntos de partida para reconocer que él es Dios y nosotros somos su creación).
Versículo 2: “Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza”.
La Biblia nos dice a menudo que recordemos lo que Dios ha hecho para que no lo olvidemos. Por ejemplo, en Éxodo 13, Dios instituyó la Pascua para ayudar a su pueblo a recordar cómo los sacó de la esclavitud.
Hoy en día, tomamos la comunión para recordar la muerte y resurrección de Jesús y todo lo que nos ha traído.
El Salmo 145:4-7 (NTV) dice:
Que cada generación cuente a sus hijos de tus poderosos actos y que proclame tu poder…
Todos contarán la historia de tu maravillosa bondad; cantarán de alegría acerca de tu justicia.»

Proclamemos el poder de Dios con historias
Compartamos historias sobre cómo Dios ha obrado en nuestras vidas y en la traducción de la Biblia. Preguntemos:
- ¿Cómo nos ha cambiado?
- ¿Qué herramientas nos ha dado?
- ¿Qué nos ha enseñado?
- ¿Cómo se han transformado nuestras vidas?
- ¿Cómo nos ha provisto?
Cuando compartimos estas historias durante el Día Mundial de Oración, ayudamos a quienes llevan mucho tiempo involucrados a recordar la fidelidad de Dios y animamos a quienes son nuevos en el movimiento. Después de compartir, dediquemos un tiempo a dar gracias y alabar a Dios.
Oremos juntos
Después de celebrar lo que Dios ha hecho, oremos y pidámosle que haga aún más.
Por ejemplo:
- Si cuentas una historia sobre un nuevo compañero que Dios ha traído a tu trabajo, da gracias a Dios y luego ora por él.
- Si compartes un nuevo proyecto de traducción, alaba a Dios y luego ora por el grupo de personas, pidiendo a Dios que traiga transformación a través de su Palabra.
Versículos 3-5: Adoración con música y movimiento
“Alabadle a son de bocina;…salterio y arpa…pandero y danza;…cuerdas y flautas…címbalos”.
La celebración suele incluir música. Utilicen los instrumentos y estilos que sean significativos en su cultura. O prueben también con música de otras culturas.
Hay muchas maneras de celebrar la gloria de Dios: a través de la música, la danza e incluso los desfiles. Que tu adoración sea alegre, ruidosa y llena de vida. ¡No te reprimas!
¡Deja que tu comunidad te oigau proclamar la gloria de Dios!

Versículo 6: “Que todo lo que respira alabe al Señor”.
¿A quién puedes invitar a unirse a la celebración?
¿A quién podrías invitar?:
- ¿socios y partes interesadas?
- ¿personal y voluntarios?
- ¿iglesias y grupos de oración que te apoyan?
- ¿líderes del gobierno o comunitarios?
- ¿líderes de otras comunidades religiosas?
Además, considera utilizar la tecnología para incluir a las personas que no pueden asistir en persona.
¡Invitemos a muchas personas a ver la grandeza de Dios y a proclamar su gloria!
Oremos con valentía: confiando en Dios para más
Mientras seguimos orando, no miremos solo al pasado, miremos hacia adelante.
En Juan 11, Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos. Antes del milagro, Jesús tardó en ir a verlo, a pesar de que María y Marta le habían pedido ayuda porque Lázaro estaba enfermo. La gente se preguntaba por qué Jesús no iba de inmediato; creían que podía sanar, pero no parecían creer que pudiera resucitar a Lázaro de entre los muertos.
Incluso Marta cuestionó a Jesús en la tumba. Pero Jesús dijo:
“¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40).
Haz crecer tu fe: Atrévete a pedir más en oración
¿Hay áreas en tu vida o ministerio en las que todavía estás esperando que Dios actúe? ¿Necesitamos hacer crecer nuestra fe recordándonos a nosotros mismos que Dios “puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros” (Efesios 3:20 NVI)? ¡Oremos con valentía y fe!
Metas de fe y oración continua
Durante tu Día de Oración, tómate tiempo para orar por las situaciones en las que estás esperando en Dios. Pídele que glorifique su nombre por medio de ellas.
Incluso después del Día Mundial de Oración, considera establecer metas de fe, cosas específicas que confías que Dios hará. Ora regularmente por estas cosas hasta que sucedan. Permanece en oración junto a otros en el movimiento y crean unidos por rompimientos espirituales.
No olvides preguntar a tus compañeros cómo puedes orar por ellos antes del evento.
Declaremos la gloria de Dios, juntos, con fe, gozo y esperanza.